LIBRO EL BORDE DEL PELIGRO PDF GRATIS

La vida se encargo de ensenarme las cosas de la manera mas drastica posible, pues no hay manera de digerir la muerte de un amigo, no existe un manual para esto. Siempre me mantuve seguro de mi mismo, controlando todas las situaciones que me rodeaban y absolutamente confiado de que nada podia desestabilizarme. Tenia el control de mi vida y el destino no podia cambiar absolutamente nada, no podia permitirlo, pero esta actitud, tarde o temprano cambiaria. Vivia para la carretera, mi motocicleta y mis hermanos conformaban el nucleo de mi vida y no necesitaba absolutamente nada mas. Despues de recibir aquella llamada en mi movil, me senti tan devastado que, por primera vez experimente eso que llaman miedo. Nunca le habia tenido miedo a la muerte, me sentia bastante satisfecho con todo lo que habia logrado y habia vivido diferentes etapas en mi vida que me hacian sentir bastante tranquilo con todo lo que conocia y habia atravesado. Pero la mortalidad propia no era el verdadero problema, aquella tarde descubri que la mortalidad de aquellos que me importaban y eran necesarios de alguna forma en mi vida, era la que realmente podias desestabilizarme hasta el punto de quebrarme casi en mi totalidad. Cuando Julio fue encontrado muerto en su departamento, yo me encontraba fuera de la ciudad, asi que, tuve que subir a mi motocicleta y conducir tan rapido como fuese posible acompanado de mis hermanos para volver a Nueva York. Sentia una ansiedad terrible, ya que, aquel camino cada vez se hacia mucho mas largo. Condujimos durante seis horas sin detenernos, lo que nos permitio llegar y conocer realmente lo que pasaba. Aun recuerdo la cara Esteban, mi hermano menor y a quien siempre suelo cuidar de manera casi exagerada. --?Que ocurre? Tienes una cara de susto terrible. --Me pregunto. --Es Julio... Lo encontraron muerto en su departamento. --Dije mientras mi voz se quebraba.

En el momento en que lo escuche no fue tan fuerte como cuando me toco pronunciar aquellas palabras que confirmaban lo que habia ocurrido. Me habia llamado uno de mis contactos en la ciudad, eramos un gremio bastante reducido y exclusivo, por lo que, cuando algo tan drastico como esto ocurria, el llamado era inmediato. --?Julio? Pero, ?como pudo haber pasado algo asi? --No tengo idea de lo que pasa. Avisa a los chicos, nos iremos inmediatamente. Tenemos que volver. --Respondi. No hubo ningun tipo de preguntas, razonamientos o indagaciones, el deber nos llamaba y teniamos que acudir a apoyarnos unos a otros en ese gremio de amigos que habiamos crecido practicamente juntos. Julio y yo habiamos sido casi como hermanos, en algun momento de nuestras vidas fue considerado como el cuarto hermano del grupo, por lo que, escuchar aquella noticia simplemente era algo increible e imposible. La muerte no debia ser un motivo de temor o preocupacion, yo simplemente la asumia como parte de la vida, pero la forma en que habia fallecido mi mejor amigo no era natural, alguien habia roto con este orden de la vida y habia truncado el futuro de este sujeto de 40 anos de edad, a quien siempre habia visto como un ejemplo a seguir y no habia un dia en el que no le agradeciera a la vida por haber conocido a este sujeto. Me habia introducido en el mundo de las motocicletas, ya que, cada dia asistia a su taller y recibia conocimientos acerca de mecanica, asi que, fue Julio quien me sembro la pasion por las motocicletas. Sabia perfectamente que una vida con un trabajo con horarios de oficina no era para mi, tenia un espiritu libre y queria disfrutar del mundo, vivir en la carretera, no tener un lugar al cual llegar cada noche y dejar que mi vida se pasara de forma automatizada y rutinaria. Mis hermanos y yo decidimos tomar el estilo de vida de la carretera, y Julio siempre fue quien reparo, acondiciono y mejoro nuestras motocicletas para que fuesen unos monstruos del camino. No solo habia muerto un buen amigo, un hermano y nuestro mejor mecanico, habia fallecido la columna vertebral y de todo un circulo de moteros que confiabamos en su trabajo. Era un hombre bastante tranquilo y misterioso, no hablaba demasiado de su vida privada a pesar de que eramos bastante cercanos y la confianza era muy fuerte. Mantenia su vida privada bastante reservada, por lo que, no haciamos demasiadas preguntas acerca de esta.

Pero ahora, despues de enterarnos de su muerte, es bastante dificil para nosotros simplemente comprender que habia sido apunalado en su propio departamento y dejar que todo transcurriera sin hacer preguntas. Cuando llegamos a la ciudad, inmediatamente acudimos a la casa de Julio, quien vivia en un lugar apartado y silenciosa de los suburbios. Para mi era bastante duro afrontar el hecho de que en multiples oportunidades habia pospuesto las ultimas visitas que el mismo habia planificado. Teniamos en mente un importante proyecto que significaba mucho para el, ya que durante meses no habia sabido nada absolutamente de su hija, que con solo 15 anos de edad habia decidido irse a vivir con su madre, de quien no supo absolutamente mas nada durante anos. Julio tenia la mision de encontrar a esta chica, pero no queria hacerlo solo, queria contar con el apoyo de mis hermanos y yo, lo que haria mucho mas facil la tarea de recorrer el pais en busca de Veronica. Llegamos al lugar para comprobar que realmente las cosas que habian sido narradas por telefono habian ocurrido en verdad. Aun su casa estaba acordonada con cintas de cuidado, de esas amarillas que suelen colocar en las escenas de un crimen, yo solo las habia visto en television. Los policias se habian apersonado en el lugar y mantenian la zona custodiada, ya que, era una escena del crimen y debian realizar investigaciones. El cuerpo de Julio habia sido trasladado a la morgue, asi que, solo nos quedaba esperar a tener respuestas despues de la autopsia. Asi que, decidimos dirigirnos a un club cercano, donde generalmente nos reuniamos mis hermanos y el grupo de amigos. Tras entrar en aquel lugar tan familiar para nosotros, el silencio era sepulcral, absolutamente todos los miembros de que de aquel club nocturno solian ser amantes de las motocicletas y los coches viejos, asi que, uno de los mecanicos mas conocidos y de renombre en la ciudad de Nueva York habia sido Julio Cardona. Generalmente, al menos durante toda mi etapa en la ciudad y cada vez que llegaba de visita, este club nocturno se encontraba a reventar de personas, mesas de billar llenas de sujetos tatuados y musculosos, chicas ardientes bailando sobre algunas de las mesas y licor hasta mas no poder. Pero aquella noche todo era completamente diferente, habia una solemnidad en el ambiente, todos rendian tributo a la memoria de Julio, quien ya no estaba mas entre nosotros. Todos conocian la fuerte amistad existente entre nosotros, por lo que, solo recibia palmadas en el hombro por parte de algunos companeros a quienes conocia de vista. No conocia el nombre de muchos de ellos, pero el simple gesto tocar mi hombro y apretar mi mano, daba entender que comprendian cuan afectado me encontraba yo por la muerte de mi mejor amigo.

Creo que, para ese punto, aun no habia entendido realmente lo que pasaba y no lo habia analizado. Este tipo de noticias suelen generar un shock tan fuerte en nuestra mente que por lo general el proceso tarda algunas horas. Para muchos, llegan a pasar dias sin entender realmente lo que ha ocurrido sino hasta que realmente comprenden la ausencia de ese ser querido que ya no estara en el medio fisico. Pues yo lo entendi justo en ese instante en el que entre a aquel bar donde tantas veces comparti con este viejo amigo. Desde mi etapa de adolescente, habia ido a ese lugar, inclusive, habia tomado algunas cervezas sin ni siquiera ser mayor de edad, siempre apoyado por Julio, siempre fue una figura hermano mayor para todos nosotros, asi que, no solo yo sentia un profundo dolor en el pecho por esta noticia, mis hermanos tambien sentian que alguien muy importante habia dejado de existir. --Hola chicos... Lamento mucho lo de Julio. --Dijo, la chica de la barra con un rostro bastante serio. --Gracias... Seran cuatro cervezas bien frias, por favor. --Indico Cristian, mi hermano mayor. Lo cierto es que no tenia intenciones de beber una sola gota de licor aquella noche, pero de alguna forma debiamos apaciguar aquel dolor tan profundo e intenso que se ha generado en nuestros corazones. Yo queria respuestas para lo que habia ocurrido, pero era muy temprano para comenzar a indagar. No era quien para inmiscuirme en los asuntos de Julio, ya que, su vida era bastante reservada y tenia derecho a tener enemigos tanto como yo, pero su muerte habia sido bastante extrana. Cuando la cerveza llego a mis manos, brindamos todos por la memoria de Julio, bebimos la totalidad del contenido del vaso hasta el final, sin detenernos ni un segundo. Era la manera en que despediamos a nuestro amigo, ya que, nunca mas lo veriamos en aquel bar donde tantas veces nos reimos, disfrutamos y nos embriagamos. El ambiente que se respiraba era completamente diferente a lo habitual, lo que hablaba claramente de que algo irregular habia pasado.

--?Cuando fue la ultima vez que viste Julio? Le pregunte a Katherine, la encargada del bar. --Estuvo aqui hace unos cinco dias, se veia bastante desmejorado fisicamente y no estaba muy conversador, algo que me parecio extrano, pero asumi que no se sentia bien. --Hablas de que se veia desmejorado, ?en que sentido? No supe nada acerca de el sino hasta que recibi la llamada de uno de los chicos. --No creo que debamos hablar de esto aqui, Frank. Sabes que estas paredes tienen oidos no nos conviene meternos en problemas en medio de esta situacion. Katherine tenia una actitud sospechosa, como si supiera algo o quisiera advertirme sobre alguna situacion, pero el contexto lo impedia. Me invadia una ansiedad terrible de conocer que era lo que estaba pasando, ya que, tanto misterio era abrumador. Mire a mi alrededor y absolutamente todos los rostros que encontre me generaron una desconfianza total. Si lo que habia ocurrido con Julio era un ajuste de cuentas o algo personal, podia entenderlo, pero era dificil para mi reprimir esa necesidad de cobrar venganza y hacer exactamente lo mismo a su asesino. --?Acaso tu sabes quien fue el malnacido que le hizo esto? --Dije, dirigiendome a Katherine. --Si lo supiera, creeme, yo seria la primera que estaria en el departamento de policia denunciandolo... Adoraba a ese grunon. --Respondio la rubia de cabello corto. Ellos habian tenido un romance en algun momento, y se llevaban bastante bien, hasta el punto de tener una quimica sexual bastante buena, segun comentaba Julio. Podia ser cualquier cosa en esta vida, pero si algo no podia callarse eran los detalles de sus encuentros sexuales con cualquier chica. Siempre contaba de manera meticulosa y detallada la forma en que follaban sus amantes, algo que no era muy agradable escuchar, pero no habia manera de hacerlo callar.

Habia recibido tantos detalles de la forma en que hacia el amor esta chica rubia que se encontraba frente a mi, que no habia forma de que se despertara un deseo en mi hacia ella, a pesar de que esas caderas eran bastante provocativas, quiza la razon principal por la cual la mantenian trabajando alli, a pesar de que su atencion no era la mas cordial con todos. --Se perfectamente que hay algo que no me estas diciendo. Sabes muy bien que era como mi hermano. No tengas secretos conmigo, por favor. -- Dije. Nunca habia visto a esta chica tan insegura, parecia nerviosa y atenta absolutamente todo lo que le rodeaba, por lo que, me vi en la obligacion de presionarla colocando mi mano sobre la de ella y apretandola fuertemente. --No me dejes solo en esto. Se que lo amabas, ?la aventura que tuvieron no significo nada para ti? Se que si. En ese momento, Katherine no pudo evitar comenzar a llorar descontroladamente mientras se desvanecia sobre la barra. Mis hermanos veian hacia esta direccion, curiosos ante lo que estaba ocurriendo. Manteniamos una conversacion un poco apartados del grupo, ya que, buscaba un poco de confidencialidad con ella. La chica que se encontraba frente a mi insegura de si misma cuando llegamos, desaparecio completamente unos minutos despues. Lloraba como una nina, desconsolada y devastada, al parecer, habia llegado su momento de procesar lo que estaba ocurriendo. --No puedo hablar, no quiero correr con la misma suerte. Solo puedo decirte que la ultima vez que estuvo aqui, hablo de ti.

--Sabes muy bien que eramos como hermanos, posiblemente me necesitaba y no estuve aqui para ayudarlo. La boca de Julio siempre lo metio en serios problemas. --Quiza, en esta oportunidad no fue diferente. Sus responsables pagaran, pero no te entrometas con algo que no conoces, Frank. --Hablas en plural... Se muy bien que sabes algo, Katherine. Pero respetare tu silencio, puedo ver el miedo en tus ojos. Pero no me pidas que yo haga lo mismo, no descansare hasta saber lo que paso aqui. --Creo que, en lugar de buscar problemas, deberias encargarte de honrar su memoria continuar con la mision principal que se habia propuesto julio. --?De que hablas? Dame detalles, sabes perfectamente que no me gusta que hablen con misterios. --Su hija... Sabes perfectamente que vivia para encontrarla. No seria mala idea que continuaras con esta busqueda. Las palabras de la rubia me desconcertaron completamente, ya que, esto estaba muy lejos de estar entre mis planes. Yo queria vivir una vida llena de libertad y sin responsabilidades, y lo ultimo que queria era meterme en un compromiso de vincularme con una busqueda que no sabia cuando terminaria. Respetaba enormemente la memoria de Julio, pero esto no era algo que llamara demasiado mi atencion. --Haras mas por el encontrando a su hija que metiendote en problemas, Frank.

Si te metes en territorios desconocidos para ti y molestas a las personas equivocadas, posiblemente te ocurra lo mismo. Frank lo comprobo en carne propia... Ni siquiera podia recordar el rostro de la hija de Julio, no sabia como buscarla o encontrarla, por lo que, desde ese preciso instante en el que termino mi conversacion con Katherine, esta idea se quedo incrustada en mi mente como un parasito. Pase el resto de la noche pensando en esta idea, ya que, a pesar de que parecia descabellada, tenia bastante sentido. Muchas veces habia hablado con Julio acerca de su intencion de recuperar el contacto con su hija, pero esta, practicamente se habia desvanecido, perdiendole el rastro, pues su unico vinculo con ella existia a traves de su madre. Pero la chica se habia alejado de ella tambien, por lo que, comenzar una busqueda en medio de una situacion tan dificil emocionalmente para mi, seria algo complicado. Siempre pense que estaria preparado para cualquier cosa, pero esta prueba que la vida habia puesto en mi camino, me habia desestabilizado y hasta el punto de transformar todo lo que conocia. Unos dias despues, asistiriamos al entierro de mi mejor amigo, creo que una parte de mi tambien quedo seis metros bajo tierra junto a el. .